Problemas de ojos en invierno
Cada época del año presenta unas condiciones específicas que nos obligan a considerar de un modo diferente cómo debemos cuidar nuestra vista. Vamos a hacer un repaso de las incidencias más comunes durante el invierno en relación con la vista.
CUIDA TU VISTA EN INVIERNO
Probablemente te has dado cuenta que con el frío se produce un aumento del lagrimeo. Es normal que haya un mayor lagrimeo con el frío, y se potencia aún más con mayor viento. Esto puede llegar a ser tan molesto que la vista nos la puede nublar. Esta situación es fácil de apreciar cuando vas en moto sin gafas, o esquias a gran velocidad.
Igual que el aumento del lagrimeo es habitual con el frío del ambiente cuando entramos a estancias en las que la calefación está muy elevada se puede producir el efecto contrario, es decir, sequedad ambiental ya que desaparece la humedad. Esto es lo que conocemos como "ojo seco". Y es que nuestros ojos necesitan, en todo momento, una correcta lubricación.
Durante el invierno se disparan los procesos gripales y estos llevan asociados la aparición de la conjuntivitis vírica. Hay que estar atentos a su aparición, especialmente con el objetivo de poder tratarla a tiempo.
Y, al igual que protegemos nuestros ojos de las radiaciones perjudiciales del sol cuando vamos a la playa en verano, también debemos hacerlo cuando acudimos a la montaña, ya sea simplemente a jugar con la nieve o a practicar cualquier deporte. Recordemos que la nieve refleja en torno al 80% de la luz solar incluyendo los perjudiciales rayos ultravioletas. Si vamos a ir a la nieve es aconsejable llevar protección de ojos, osea unas gafas desarrolladas específicamente para esta función.
Los ojos son sensibles a las diferentes circunstancias ambientales y por ello debemos cuidarlos siempre, siendo conscientes de que dependiendo de cada época del año van a requerir una atención diferente.